La Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria (SUNAT) ha introducido una innovadora medida denominada "Perfil de Cumplimiento", diseñada para evaluar el comportamiento tributario de más de 1.5 millones de contribuyentes en Perú. Para mejorar la recaudación y fomentar un mayor cumplimiento voluntario de las obligaciones fiscales, aduaneras y otras obligaciones no tributarias bajo la administración de la SUNAT, clasifica a las empresas en cinco rangos de cumplimiento.
Detalles del "Perfil de Cumplimiento".
El "Perfil de Cumplimiento" se basa en un complejo algoritmo que toma en cuenta aproximadamente 500 variables relacionadas con la actividad fiscal y aduanera de las empresas durante los últimos 12 meses. Esta calificación asigna a las empresas un rango de cumplimiento que va desde "muy alto" (A) hasta "muy bajo" (E). En este primer análisis, los resultados han revelado que más de 317,000 empresas en Perú presentan niveles de cumplimiento bajos o muy bajos, lo que las coloca en una posición desfavorable frente a la administración tributaria.
El superintendente nacional de la SUNAT, Gerardo López, ha subrayado que la iniciativa busca proporcionar a los contribuyentes alertas e información relevante para que tomen decisiones informadas y mejoren su comportamiento tributario y aduanero. Según estimaciones de la SUNAT, la implementación de este sistema podría aumentar la recaudación en aproximadamente S/800 millones anuales, sobre un universo estimado de S/8,000 millones.
Clasificación y Segmentación.
La SUNAT ha segmentado a las empresas en cinco categorías basadas en su nivel de cumplimiento: A (muy alto), B (alto), C (medio), D (bajo) y E (muy bajo). Los contribuyentes nuevos, al no contar con un historial previo, son clasificados automáticamente en la categoría "medio" (C). Sin embargo, aquellos con resultados negativos en ciertos indicadores, como condenas por delitos tributarios o aduaneros, pueden recibir una calificación directa negativa.
El análisis inicial indica que solo el 37.1% de las empresas calificadas presentan un nivel de cumplimiento alto o muy alto. Por el contrario, más del 20% se encuentran en las categorías de bajo o muy bajo cumplimiento, lo que refleja un alto riesgo de sanciones y restricciones por parte de la SUNAT.
Implicaciones y Consecuencias.
Durante el período de "marcha blanca", que se extiende hasta julio de 2025, los contribuyentes podrán acceder a su calificación a través de su cuenta en la plataforma de la SUNAT. Este período de prueba permitirá a las empresas tomar las medidas correctivas necesarias para mejorar su calificación antes de que estas tengan efectos tributarios vinculantes.
A partir de julio de 2025, las calificaciones obtenidas serán de acceso público y tendrán implicaciones directas en las relaciones de las empresas con la SUNAT. Aquellas con calificaciones altas o muy altas podrán acceder a beneficios como plazos extendidos para la presentación de declaraciones, fraccionamientos sin cuota de acogimiento, y acceso a detracciones para el pago de derechos de importación. Por el contrario, las empresas con calificaciones bajas enfrentarán restricciones más severas, incluyendo la bancarización de operaciones a partir del 30% del límite general y mayores plazos para la atención de solicitudes de devolución.
Observaciones y Críticas.
Carlos Moreano, director de impuestos en PPU, ha señalado que, aunque el esquema podría facilitar la subsanación de incumplimientos, la SUNAT debería implementar canales más eficientes y directos para que los contribuyentes puedan presentar sus descargos. Además, expresó preocupación sobre la posible violación del principio de reserva tributaria al hacer pública esta información.
Por su parte, Giorgio Balza, asociado principal de Cuatrecasas, advirtió que la metodología utilizada por la SUNAT podría no considerar adecuadamente situaciones comunes en los procesos tributarios, como impugnaciones, lo que podría resultar en calificaciones injustas para algunas empresas.
En conclusión, el "Perfil de Cumplimiento" de la SUNAT representa un cambio significativo en la forma en que se gestionan y supervisan las obligaciones tributarias en Perú. Las empresas tienen un año para ajustar sus prácticas y mejorar su calificación antes de que esta nueva medida entre en vigor y sus efectos se hagan plenamente efectivos en julio de 2025.
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